
La líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen abandona la sala de audiencias tras ser inhabilitada para cargo público. Reuters
La ultraderecha europea, Rusia y Musk cierran filas con Le Pen: "Aniquilar a un rival forma parte del manual del totalitarismo"
Aliados de la líder de Agrupación Nacional como Orban o Salvini ven en su inhabilitación una estrategia antidemocrática para "silenciar al pueblo francés".
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La condena a cuatro años de prisión e inhabilitación durante cinco años a la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, por haber desviado fondos del Parlamento Europeo ha provocado la condena unánime de la ultraderecha europea, de Rusia y del aliado de Trump Elon Musk. La demoledora sentencia ha causado además un terremoto político en Francia, donde los seguidores de Agrupación Nacional han salido a la calle en masa para apoyar a su líder.
La primera reacción al fallo se produjo desde Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha considerado esta decisión como una muestra de que "cada vez más capitales europeas están optando por pisotear las normas democráticas".
Entre los aliados europeos de Le Pen, el primero en mostrarle su apoyo en las redes sociales fue el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orban, con una única frase: "Je suis Marine" (Yo soy Marine). Una referencia directa al eslogan de solidaridad Je suis Charlie que surgió tras el atentado islamista de 2015 en París contra la revista satírica Charlie Hebdo.
El presidente de la Agrupación Nacional y mano derecha de Marine Le Pen, Jordan Bardella, aseguró este lunes que la inhabilitación inmediata de su líder no es solo una condena para ella sino también la "ejecución de la democracia", ya que en la práctica trunca sus aspiraciones presidenciales de cara a las presidenciales de 2027. "Hoy, no es sólo Marine Le Pen la que está siendo injustamente condenada: es la democracia francesa la que está siendo ejecutada", denunció en X.
En un comunicado posterior, Bardella hizo un llamamiento a la acción a sus partidarios, pidiéndoles que firmen una petición en apoyo a Le Pen y que lleven a cabo “una movilización pacífica” para defender a la política.
"No les corresponde a los jueces decidir por quién debe votar el pueblo. Sean cuales sean nuestros desacuerdos, Marine Le Pen tiene derecho a presentarse como candidata", afirmó Eric Zemmour, presidente del partido ultra Reconquista.
También ha reaccionado la sobrina de Le Pen y diputada de la formación en el Parlamento Europeo, Marion Marechal, quien aseguró que "de lo único" que su tía es culpable es de "llevar a nuestro bando por el camino de la victoria". "Y por eso ha sido inhabilitada. Nadie del ala derecha debe pretender estar satisfecho con esta decisión", subrayó. "En este momento estoy del lado de Marine Le Pen más que nunca".
Desde la izquierda, La Francia Insumisa, el partido fundado por Jean-Luc Mélenchon, señaló que aunque "los hechos juzgados son particularmente graves" y que van en contra del eslogan "cabeza alta, manos limpias" esgrimido por la extrema derecha en su ascenso de popularidad, no está de acuerdo en que sea "imposible" de recurrir la inhabilitación al entrar en vigor de manera inmediata.
"El medio de acción de La Francia Insumisa nunca ha sido recurrir a un tribunal para deshacerse de la Agrupación Nacional. Lo combatimos en las urnas y en la calle, mediante la movilización popular de los franceses, como pudimos hacer durante las elecciones legislativas de 2024", subrayó el partido izquierdista, que también tiene investigaciones judiciales abiertas en contra.
Reacción de sus aliados europeos
Otros líderes europeos de la extrema derecha han mostrado también su respaldo a Le Pen. Entre ellos, el vicepresidente italiano, Matteo Salvini, quien ha lamentado que "la gente que teme el juicio de los electores a menudo se tranquiliza con el juicio de los tribunales".
"En París han condenado a Marine Le Pen y querrían excluirla de la vida política, una película fea que también estamos viendo en otros países como Rumanía. La sentencia contra Marine Le Pen es una declaración de guerra de Bruselas, en un momento en el que los impulsos belicistas de Von der Leyen y Macron asustan. No nos dejaremos intimidar, no nos detendremos: ¡a toda máquina, amiga mía!", ha añadido.
El líder de la extrema derecha de Países Bajos, Geert Wilders, se ha mostrado "impactado por el veredicto increíblemente duro" contra Le Pen. "La apoyo y creo plenamente en ella, y confío en que ganará la apelación y se convertirá en presidenta de Francia", afirmó en sus redes sociales.
Desde España, Vox ha minimizado la condena y ha reafirmado su alianza con Le Pen convencido de que será la próxima presienta de Francia. "No conseguirán callar la voz del pueblo francés", ha escrito Santiago Abascal.
"Sin duda va a ser la próxima presidenta de Francia", ha afirmado el portavoz de Vox, José Antonio Fúster, que ha restado importancia a la decisión del tribunal francés al señalar que es un "asunto interno suyo" y que no ven "por ningún lado que haya habido mal causado".
Por su parte, el líder del partido ultranacionalista rumano AUR y candidato a la Presidencia, George Simion, ha denunciado que "atacar o aniquilar a un oponente político por cualquier medio es algo que está en el manual de instrucciones de los regímenes totalitarios".
Los Patriotas por Europa, el partido de ámbito europeo al que pertenece la Agrupación Nacional, rechazó este lunes la sentencia. "Los Patriotas por Europa apoyan plenamente a Marine le Pen contra la alarmante deriva autoritaria en la Unión Europea. La persecución política de voces opositoras es inaceptable en cualquier democracia verdadera. Condenamos con fuerza estas tácticas represivas para silenciar a la oposición", escribió el partido en redes sociales.
En la misma línea, el magnate Elon Musk afirmó en X que esta condena debe verse como "un abuso del sistema legal" que "la izquierda radical" utiliza cuando no puede ganar las elecciones.
Le Pen, que había indicado a la prensa este fin de semana que no creía que los jueces fueran a ir tan lejos como para inhabilitarla, no hizo declaraciones y acudió tras la sentencia a la sede del Agrupación Nacional para tener una reunión de crisis con Bardella y el resto de su equipo.
La hija del fallecido Jean-Marie Le Pen fue condenada a cuatro años de prisión, dos firmes que puede cumplir con brazalete electrónico, 100.000 euros de multa y a cinco años de inhabilitación con aplicación inmediata.