Montaje de un vídeo de @piaorganiza mostrando el proceso de lavado de un edredón en la lavadora.

Montaje de un vídeo de @piaorganiza mostrando el proceso de lavado de un edredón en la lavadora. E.E.

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Pía Nieto, profesional de la limpieza: "Añade esto a la lavadora y tu edredón quedará como nuevo"

Lavar un edredón en casa puede ser complicado si no se hace bien. Pía Nieto, experta en limpieza, revela un truco infalible para que quede como nuevo.

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Lavar un edredón en casa puede parecer sencillo, pero muchas veces, al sacarlo de la lavadora, nos encontramos con que ha perdido volumen, está apelmazado o incluso desprende un olor desagradable. Esto lleva a pensar que la lavadora no ha hecho bien su trabajo, cuando en realidad el problema suele estar en la forma en que se ha realizado el lavado.

Según la experta en limpieza Pía Nieto, estos inconvenientes suelen deberse a no elegir el programa adecuado ni utilizar los productos apropiados. A través de su cuenta de Instagram (@piaorganiza), ha explicado que un error común es lavar el edredón con exceso de detergente o en ciclos demasiado cortos, lo que impide un aclarado eficaz y deja residuos atrapados en el tejido.

Para evitar estos problemas, la experta recomienda utilizar vinagre blanco durante el lavado. Este ingrediente no solo ayuda a eliminar los restos de jabón, sino que también actúa como un suavizante natural y neutraliza los malos olores. Además, permite que el edredón recupere su esponjosidad sin apelmazarse, asegurando un mejor resultado tras el secado.

En su explicación, Pía Nieto detalla que este método funciona tanto para edredones de plumas como sintéticos, especialmente en camas individuales de 90 cm. El proceso es sencillo y cualquier persona puede aplicarlo en casa sin necesidad de recurrir a un servicio de lavandería. Siguiendo los pasos adecuados, el edredón quedará limpio, esponjoso y sin olores molestos.

Con unos simples ajustes en el proceso de lavado, es posible mantener los edredones en perfectas condiciones durante más tiempo. Aplicar estos consejos no solo mejora la limpieza del edredón, sino que también prolonga su vida útil y evita la acumulación de residuos que pueden afectar su textura y confort.

Pasos para lavar un edredón

La profesional de la limpieza recalca que antes de introducir el edredón en la lavadora se deben limpiar las gomas del electrodoméstico para que no queden restos de suciedad que puedan llegar a pegarse al edredón. Además, antes de meterlo, aconseja poner quitamanchas en la cara superior del mismo y, entonces, ya se podrá introducir en la lavadora.

Para evitar daños durante el lavado es imprescindible elegir un programa adecuado en la lavadora, de forma que se asegure que es el correcto para el tipo de textil a lavar. En este sentido, aconseja optar por un programa delicado con agua fría o bien usar el de sintéticos a 30 grados centígrados.

Pía Nieto apuesta por usar un detergente líquido suave para el lavado del edredón, momento en el que aplica su particular truco, que consiste en usar vinagre en lugar de suavizante. El motivo para ello es que este último resulta menos perjudicial para el tejido y es menos contaminante, por lo que tiene varias ventajas que lo hacen ser una mejor opción.

Por último, una vez que ha terminado de lavarse en la lavadora, la experta recomienda optar por dos opciones para secar el edredón, ya sea al aire libre o en la secadora. En este último caso, recomienda usar un programa de baja temperatura con pelotas de secado.

Para quienes no tengan secadora, pueden secarlo al aire libre, para lo que será necesario colgarlo en horizontal y en un lugar ventilado para que no absorba malos olores. Asimismo, en el caso de que se trate de un edredón de plumas, habrá que sacudirlo cada cierto tiempo para que el relleno se distribuya correctamente.

¿Con qué frecuencia lavar los edredones?

Saber cuándo hay que lavar cada prenda de ropa puede ser complejo. En función de la prenda o tejido, deben lavarse con regularidad, mientras que otras se pueden lavar con menos frecuencia. En otros casos, hay que limitarse a seguir las indicaciones del fabricante para no correr riesgos con respecto a su durabilidad, asegurándose de que se mantendrán en perfecto estado durante más tiempo.

Por ello, habitualmente se tiende a lavar las telas más o menos veces de las que debería, pero antes de hacerlo sería recomendable saber si realmente es necesario o si, en lugar de estar consiguiendo que las prendas luzcan de la mejor manera y se conserven en mejor estado, lo que se está haciendo es contribuir a su deterioro.

En el caso de los edredones nórdicos, que son la ropa de cama que gana una especial relevancia y popularidad durante los meses de invierno, necesitan de unos ciclos de lavado que son muy diferentes a los de otros tejidos y textiles como las sábanas, por lo que hay que tener muy en cuenta una serie de recomendaciones con respecto a su lavado.

Dicho esto, mientras que se recomienda lavar las sábanas una o dos veces por semana para que se mantengan limpias y en buen estado, los edredones, al no estar en contacto con la piel, se recomienda que su lavado se realice una vez cada 6 meses, coincidiendo de esta forma con el cambio de temporada. Con este plazo debería ser suficiente para poder mantenerlos en un buen estado, aunque todo dependerá del uso que se les dé.

El mismo plazo se aplica en el caso de la almohada, otro de los elementos imprescindibles de la cama, que en este caso tendrá que ser lavado siguiendo las instrucciones del fabricante y que aparecen en la etiqueta.

Regresando a los edredones, hay quien recomienda lavarlos a 60 grados y bajas revoluciones para evitar que se pueda estropear el relleno y que se mantenga en buenas condiciones, mientras que Pía Nieto insiste en que es mejor usar un programa delicado con agua fría o bien usar el de sintéticos a 30 °C.

De igual modo, es importante prestar especial atención al secado del edredón, asegurándose de sacudir bien antes de ponerlo a secar y siendo preferible hacerlo al aire libre. Antes de guardarlo, habrá que esperar a que esté bien seco y a que se airee para que no absorba malos olores.