Este enorme barco contribuirá ahora con la vida marina.

Este enorme barco contribuirá ahora con la vida marina. Shutterstock

Estados Unidos

El icónico transatlántico de Estados Unidos que se usó en la Guerra Fría y que ahora se convertirá en un arrecife de coral

El SS United States, un transatlántico que deslumbró al mundo durante la Guerra Fría, está a punto de iniciar una nueva etapa en su historia, esta vez bajo el agua.

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Milagros Moreni
Publicada
Actualizada

Después de décadas de abandono y el deseo de muchos de devolverle su gloria, el barco que alguna vez fue el orgullo de Estados Unidos se prepara para ser hundido y convertirse en un arrecife artificial en el fondo del mar. Este inesperado final no hace más que confirmar el ciclo de vida de este gigante de los mares que, a pesar de su esplendor, nunca logró un retiro digno en su época dorada.

Construido en 1952, el SS United States fue el transatlántico más grande de su tiempo y un símbolo de la potencia naval estadounidense durante la Guerra Fría. Con una velocidad que superaba los 70 km/h, el barco no solo estaba diseñado para ser el más rápido, sino también para realizar misiones militares si fuera necesario, transportando hasta 15,000 soldados en caso de una emergencia.

Sin embargo, a pesar de su tamaño imponente y su potencia, su vida útil como transatlántico comercial fue breve. El avance de la aviación comercial a finales de los 60 lo relegó al olvido, donde pasó años amarrado, deteriorándose en un astillero.

Finalmente, en 2026, el SS United States completará su extraordinario viaje hacia el fondo del océano, donde se convertirá en un nuevo hogar para los corales y otras especies marinas, mientras su historia continuará siendo recordada en tierra firme. Un destino que, si bien podría parecer triste, es también un homenaje a la importancia histórica y cultural que este transatlántico dejó en su paso.

Un gigante en la Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, el SS United States representaba más que un simple barco de pasajeros. Este transatlántico de 301 metros de largo y 47,000 toneladas fue diseñado en un momento en que las tensiones internacionales exigían poderío militar y rapidez.

Aunque nunca llegó a ser utilizado para fines militares, el barco estaba capacitado para moverse a velocidades sorprendentes y cubrir largas distancias rápidamente, características que también le daban un toque de exclusividad en el mundo de los cruceros.

El SS United States no solo era conocido por su tamaño y velocidad, sino también por el hecho de que fue parcialmente financiado por el gobierno estadounidense. Este apoyo se debía a la posibilidad de usarlo en misiones de guerra, lo que justificó su alto costo y la incorporación de materiales de construcción de primera calidad, que le dieron una durabilidad excepcional.

Sin embargo, su vida como transatlántico de lujo se vio truncada por el auge de los vuelos transatlánticos, que hicieron obsoletos a los grandes barcos de pasajeros.

Tras su retirada del servicio en 1969, el SS United States pasó casi tres décadas olvidado en un astillero de Filadelfia. Con cada año que pasaba, su estructura se iba oxidando, y aunque hubo intentos por darle una segunda vida como hotel flotante o museo, estos planes nunca llegaron a buen puerto. La nostalgia por el legendario transatlántico se mantenía viva, pero su condición empeoraba rápidamente, y la idea de restaurarlo se fue desvaneciendo.

Afortunadamente, el barco fue rescatado en 1996 por la SS United States Conservancy, una organización sin fines de lucro que buscó preservarlo como parte del patrimonio naval de Estados Unidos. Sin embargo, el proyecto de restauración tampoco prosperó, lo que llevó a una decisión final: en lugar de ser restaurado para el público, el SS United States encontraría un nuevo propósito como arrecife artificial.

Un nuevo hogar bajo el mar

En 2026, el SS United States comenzará su última travesía, esta vez hacia el fondo del mar, donde se convertirá en un arrecife artificial. Este destino no solo preserva su legado como símbolo de la época dorada de los transatlánticos, sino que también brindará nuevas oportunidades para el ecosistema marino. Con la construcción de un centro de visitantes en las costas cercanas, los turistas podrán aprender sobre la historia del barco y cómo, a través de la creación de este arrecife, se está ayudando a la conservación de la vida marina.