Ana Lambirri, directora de 'Todo lo que no sé'.

Ana Lambirri, directora de 'Todo lo que no sé'. Paula Tejada

Cultura

"Cuando las mujeres ponemos límites se nos tilda de bordes": Ana Lambarri presenta su ópera prima en el Festival de Málaga

Todo lo que no sé es la historia de una joven, interpretada por Susana Abaitua, que está buscando su sitio y que defiende su derecho a descubrir quién es.

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En un mundo donde hay veces en los que se espera que la mujer se adapte, se conforme o priorice a los demás, el cine de Ana Lambarri llega al Festival de Málaga como un susurro rebelde y una pregunta que puede llegar a incomodar a alguno. Todo lo que no sé no es solo una película sobre una mujer, es una historia sobre la valentía de ponerse en primer lugar, sobre los límites que muchas veces nos cuesta marcar y sobre el vértigo de darse una segunda oportunidad.

El largometraje pone el foco en algo que sigue despertando cierta resistencia: una mujer que decide priorizarse, que a veces puede llegar a incomodar al entorno, mientras que ella se siente culpable.

En este sentido, Lambarri asegura que, en ocasiones, también se suma la incomunicación por el hecho de no querer hacer sentir mal a otras personas. "No cogemos lo que es nuestro y nos mantenemos en una posición en la que parece que no nos merecemos algo cuando realmente es nuestro”, sostiene.

La protagonista de esta historia, Laura, transita ese camino en el que se prioriza, busca su lugar y pone barreras en puntos en concreto para poder autodescubrirse porque, según Lambarri, aprender a decir no es primordial. “Cuando las mujeres ponemos límites se nos tilda a veces de bordes, de que si nos ponemos serias parece que no estamos siendo correctas”, afirma.

El cine de Lambarri no busca respuestas fáciles ni finales dulces. Su protagonista regresa a un proyecto del pasado, no como un acto de nostalgia, sino como una reivindicación de sí misma. “Me interesaba mucho la idea de la segunda oportunidad, el que uno mismo se dé permiso para intentarlo de nuevo”, explica.

Su personaje tiene 35 años y la película sigue el transcurso de su vida hasta que llega a los 38 años, una edad en la que se han hecho muchas cosas, pero que todavía hay que tomar muchas decisiones complicadas. “Eso sí que es universal, el encontrarnos de nuevo en algún momento de nuestra vida, siempre con esa ansiedad que nos está rondando”, reflexiona.

Este largometraje de la Sección Oficial de este 28 festival es la ópera prima de esta directora que no descarta volver a dirigir otro proyecto de este tipo. Junto a ella, numerosas mujeres van adentrándose en la industria del cine, estando cada vez más presentes.

En este punto, la cineasta hace hincapié en que poco a poco irán siendo más, pero que “hasta que el género deje de importar” seguirá siendo noticia. Asimismo, remarca que si en un futuro consiguen que la presencia de la mujer sea “una posibilidad, algo que existe porque sí, porque es y porque lo merecemos igual que los hombres, eso ya sería el éxito absoluto”.