
Ursula von der Leyen durante su discurso en la Cumbre de la Industria Europea celebrada en Antwerp, Bélgica.
Estas son las claves del 'paquete Ómnibus' de Von der Leyen, la normativa que podría poner en jaque la sostenibilidad en la UE
Durante la Cumbre de la Industria Europea, la Comisión ha dado luz verde a unas medidas que prometen simplificar la burocracia empresarial.
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El pasado noviembre de 2024, tras una reunión informal del Consejo Europeo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunciaba su intención de revisar la normativa de sostenibilidad para reducir la carga administrativa sobre las empresas. Ahora, casi cuatro meses después, este propósito se ha hecho realidad a 26 febrero.
En su intervención de aquel momento, Von der Leyen ya adelantaba la preparación de un proyecto de ley ómnibus con un enfoque integral en simplificación y así ha sido. Finalmente, la Unión Europea ha dado luz verde a este paquete de medidas, que, señalan desde la iniciativa de la ONU, Pacto Mundial, promete volver a "sacudir" el panorama regulatorio europeo en lo que se refiere a sostenibilidad empresarial.
Se trata de un conjunto de pautas cuyo objetivo central se halla en reducir la carga administrativa de las empresas de la UE, garantizando que estas puedan mantener su grado de competitividad sin hacer peligrar sus obligaciones en materia verde.
Y es que con la puesta en marcha del paquete Ómnibus, señalaba la propia Von der Leyen en el discurso de su presentación, se está defendiendo "una simplificación de gran alcance". La base de estas medidas serán las empresas europeas, siempre con el foco puesto en crear, aseguraba la presidenta de la Comisión, "normas más ágiles en la presentación de informes sobre finanzas sostenibles, debida diligencia en sostenibilidad y taxonomía".
Todo ello, explicaba la belga, para "facilitar la vida de nuestras empresas" al mismo tiempo que "seguimos firmemente encaminados hacia nuestros objetivos de descarbonización". Aunque, como ha matizado, esto es solo el principio, porque "aún hay más simplificación en camino".
Medidas principales
Con su aprobación, la UE estima que las propuestas podrían generar un ahorro anual en costes administrativos de aproximadamente 6.300 millones de euros y movilizarán 50.000 millones adicionales en capacidad de inversión pública y privada para apoyar las prioridades políticas.
Se trata de una medida que, muestran desde Pacto Mundial, se remonta al Informe Draghi 2024. En él ya se advertía del reto que podría suponer el exceso de burocracia, tanto que este podría estar limitando el crecimiento económico y la capacidad de sus empresas para competir a escala mundial.

Von der Leyen anuncia el 'paquete Ómnibus' durante la Cumbre de Industria Europea. EFE
Así que dicho y hecho. La Comisión Europea ha decidido no hacer oídos sordos a los reclamos y ha impulsado normativas ambiciosas para permitir que el Viejo Continente se pueda posicionar a la cabeza de un modelo de producción verde y sostenible.
Las claves de este paquete Ómnibus radican en tres aspectos: la Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD), la Directiva sobre Debida Diligencia en Material de Sostenibilidad Empresarial (CSDDD) y la taxonomía de la UE.
A grandes rasgos, tal y como señalan desde Pacto Mundial, destaca una reducción de la carga de reporte, ya que se estima que las cargas administrativas para las empresas disminuirán un 25% y hasta un 35% para las pymes. Aseguran, además, que la iniciativa "pretende buscar coherencia en la aplicación de la regulación ESG" (que hace referencia a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo).
Al mismo tiempo, se incluye la posibilidad de un régimen regulatorio diferenciado entre las empresas de medio tamaño y aquellas que operan en varios Estados miembros. Por último, dice la iniciativa de la ONU, se marca el objetivo de simplificar y optimizar el uso de diversos programas de inversión, como InvestEU o FEIE.
Siendo este la línea regidora del paquete, no es de extrañar que una de las medidas que vaya a entrar en marcha sea la eliminación de alrededor del 80% de las empresas del alcance de la CSRD. Otro ejemplo sería la reducción de la carga de cantidad de información que las grandes empresas pueden solicitar dentro del mapeo de la cadena de valor o la simplificación de los criterios más complejos de prevención y control de la contaminación.
Retos a futuro
Pese a que el objetivo central de este paquete se halla en la facilitación de la labor de las empresas, Pacto Mundial ha identificado una serie de desafíos a los que podría llevar.
Las empresas deberán adaptarse a los sistemas de reporte. Esto, dicen desde la iniciativa de la ONU, se traduce en "ajustar sus procesos y herramientas para cumplir con los nuevos requerimientos en plazos revisados". Porque, añaden, aquí la clave se encuentra en incentivar un enfoque con "una prioridad impulsada por la estrategia, la transparencia y la rendición de cuentas".
Por otro lado, consideran "imprescindible" dotar de los recursos y conocimientos necesarios para interpretar y aplicar correctamente las nuevas normativas, actualizaciones incluidas. Un aspecto para el que, aseguran desde Pacto Mundial, ellos ya están listos para apoyar a las empresas.
En último lugar, consideran vital "garantizar que una menor burocracia no se traduzca en una menor calidad de información". Hacen hincapié, además, en "evitar que la simplificación derive en falta de datos relevantes o menor trazabilidad en el desempeño de la sostenibilidad".
Aunque no debemos anticiparnos, aún queda que las propuestas sean enviadas al Parlamento Europeo y al Consejo para su consideración y adopción.