Dos de los platos del restaurante Casa Ezequiel.

Dos de los platos del restaurante Casa Ezequiel.

Motor

El restaurante de carretera favorito de los camioneros junto al Puerto de Pajares: es famoso por su carne y embutidos

Con una amplia selección de embutidos, más de 70 años de experiencia y la mejor cocina tradicional, es ya un restaurante de parada obligatoria.

Más información: El restaurante de carretera de la A-3 preferido de los camioneros: cerca de Madrid y famoso por sus torreznos

Publicada

Los restaurantes de carretera siempre han tenido un papel clave para quienes pasan media vida al volante. Y es que, para camioneros, transportistas o viajeros que recorren España de punta a punta, encontrar un sitio donde parar, comer bien y sentirse cómodo es casi tan importante como una buena ruta. No se busca nada de lujo, solo lo esencial: platos abundantes, comida casera de verdad, buen precio y un sitio donde estirar las piernas un rato antes de seguir con el viaje.

Con el tiempo, hay lugares que se convierten en auténticos clásicos del camino. De esos que se recomiendan de boca en boca y que todo el mundo recuerda porque "ahí se come de maravilla". Restaurantes que se ganan su fama por méritos propios y que ya son una parada obligatoria para muchos. Y si hablamos de paradas míticas en el norte, especialmente entre León y Asturias, Casa Ezequiel es uno de esos sitios que no fallan.

Casa Ezequiel no es solo un restaurante, sino todo un clásico de carretera que se ha convertido en parada obligatoria para turistas, viajeros y camioneros que recorren la provincia de León. Situado en Villamanín, en plena N-630 —la conocida carretera del Puerto de Pajares—, este establecimiento lleva décadas ganándose una excelente reputación gracias a su cocina tradicional, sus embutidos de calidad y unas raciones tan generosas como sabrosas.

Su ubicación estratégica, en una de las rutas más transitadas que conectan Asturias con Castilla y León, ha hecho que Casa Ezequiel sea mucho más que un simple alto en el camino. Para muchos, es el lugar ideal para reponer fuerzas con comida casera auténtica en un ambiente rústico. Lo mismo te encuentras a camioneros de paso que a familias enteras haciendo parada durante sus vacaciones o a grupos de moteros en ruta. Y todos coinciden en algo: la calidad y cantidad de la comida sorprenden por el precio.

Muchos viajeros aprovechan para comprar sus embutidos, disponibles en la tienda anexa, donde se pueden llevar productos locales para seguir disfrutando del sabor leonés en casa. Casa Ezequiel es, sin duda, uno de esos sitios donde siempre apetece volver y que forma parte ya del mapa sentimental de muchos que hacen carretera.

Los imprescindibles de su carta

Si hay algo que ha hecho famoso a Casa Ezequiel son, sin duda, sus carnes y embutidos, auténticas estrellas del restaurante. Desde la cecina cortada al gusto que casi se deshace en la boca, hasta el chorizo, la morcilla o el lomo embuchado, todo tiene ese sabor a producto casero, bien hecho y con tradición.

Para abrir el apetito, no faltan propuestas como ensaladas, croquetas caseras, revueltos de picadillo, pimientos del piquillo, pulpo a la gallega, o una buena tabla de embutidos caseros y quesos de la tierra. Entrantes clásicos con los que empezar fuerte y que se mueven entre los 12 y los 25 euros.

Platos de Casa Ezequiel.

Platos de Casa Ezequiel.

También destacan sus platos de cuchara y carnes a la parrilla, perfectos para quienes llegan con hambre de verdad y ganas de saborear cocina tradicional. Hay opciones para todos los gustos: fabada con compango, fabes con almejas, menestra de verduras, salteado de alcachofa con cecina de León, ternera asada, caldereta de cordero, jabalí estofado, lechazo asado, o un entrecot de vacuno mayor que no deja indiferente.

Y aunque aquí la carne manda, también hay hueco para los amantes del pescado, con platos como merluza, bacalao al ajo arriero, lubina o besugo al horno. Todo servido en raciones generosas, como se espera de un buen restaurante de carretera.

No es de extrañar que muchos no solo paren a comer, sino que salgan con bolsas llenas de embutido, dispuestos a llevarse un pedazo de León a casa. Porque si por algo se recuerda Casa Ezequiel, es por hacerte sentir como en casa… pero comiendo mejor.