
Sydney Stoner tras ser diagnosticada de cáncer de colon.
Me han diagnosticado cáncer de colon en estadio 4 con 27 años: los síntomas en España que no deberías ignorar
"Cuando finalmente hablé con un doctor, me dijo que era demasiado joven para que fuera algo serio", relata la joven.
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En España, el cáncer colorrectal se ha consolidado como el tumor más diagnosticado en la población general, con más de 42.000 nuevos casos anuales. Aunque tradicionalmente se ha asociado a personas mayores de 50 años, en los últimos años se ha observado un preocupante aumento de casos en adultos jóvenes. De hecho, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en 2024 se diagnosticaron 41.167 nuevos casos de cáncer colorrectal, convirtiéndose en el tumor más frecuentemente diagnosticado en nuestro país considerando ambos sexos. Por lo que este fenómeno plantea desafíos significativos para los sistemas de salud, que deben adaptarse a una realidad en la que el cáncer de colon ya no es exclusivo de las edades avanzadas y tienen que tomar medidas.
La historia de Sydney Stoner, una joven de Arkansas diagnosticada con cáncer colorrectal en estadio 4 a los 27 años, pone el foco, de hecho, en este fenómeno inquietante: el aumento acelerado de esta enfermedad entre adultos jóvenes. Durante años, convivió con dolores abdominales intensos, diarreas y estreñimiento, solo para ser desestimada por los médicos con explicaciones genéricas como el síndrome del intestino irritable (IBS) o "cosas de mujeres". Tal como explicó en su testimonio: "Cuando finalmente hablé con un doctor, me dijo que era demasiado joven para que fuera algo serio".
La demora en el diagnóstico no solo expuso a Stoner a un sufrimiento innecesario, sino que también permitió que el cáncer se propagara a órganos vitales como el hígado y los pulmones. La situación alcanzó un punto límite cuando, desesperada por obtener atención adecuada, mintió: dijo haber visto sangre en sus heces. Solo entonces le indicaron una colonoscopia, procedimiento que reveló el tumor bloqueando parte de su colon. Como ella misma relata: "Tuve que mentir para que me hicieran una colonoscopia".
Este tipo de retraso diagnóstico en adultos jóvenes no es aislado. Un estudio publicado en ‘Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention’ mostró que la incidencia de cáncer colorrectal ha aumentado significativamente en personas menores de 50 años, incluso cuando disminuye en los mayores. De hecho, las tasas han crecido un 2% anual en adultos de entre 20 y 39 años desde mediados de los 90.
Parte del problema radica en la percepción médica tradicional que asocia este tipo de cáncer con la población mayor de 50 años. Esa creencia, hoy desactualizada, retrasa pruebas clave como la colonoscopia, que siguen estando recomendadas oficialmente a partir de los 45 años. Como explicó Stoner, los médicos creen que "habría muerto" antes de alcanzar la edad de cribado.
Diversas investigaciones apuntan a factores dietéticos como posibles responsables del aumento en cáncer colorrectal temprano. Según un análisis, una dieta rica en carnes procesadas, azúcares refinados y alimentos ultraprocesados —muy común entre jóvenes— se asocia a un mayor riesgo de desarrollar este tipo de tumores. También se vincula con la disbiosis intestinal, una alteración en la flora bacteriana que puede fomentar procesos inflamatorios y carcinógenos en el colon.
En este sentido, un metaanálisis publicado en BMJ en 2023 advierte que el patrón de dieta occidental ha duplicado el riesgo de cáncer colorrectal precoz en comparación con dietas más basadas en vegetales, fibra y pescados. Esto pone en cuestión no solo los hábitos alimentarios, sino también la accesibilidad a dietas saludables, especialmente entre poblaciones jóvenes con pocos recursos.
El caso de Stoner también ilustra una problemática frecuente en la atención sanitaria: el sesgo por edad y género. De hecho, ya hay estudios que demuestran que las mujeres jóvenes son más propensas a recibir diagnósticos de condiciones benignas, incluso cuando presentan síntomas consistentes con enfermedades graves. Frases como "es solo el periodo" o "cosas femeninas", que Stoner escuchó con frecuencia, muestran cómo se banalizan sus experiencias de dolor.
Tras su diagnóstico en 2020, Stoner se sometió a una cirugía para extirpar el tumor en el colon, y en 2023 pasó por otra intervención para remover las metástasis hepáticas. Completó 24 ciclos de quimioterapia, y aunque el cáncer no desapareció, actualmente se encuentra estable, sin crecimiento tumoral nuevo. Este estado, aunque no equivale a una remisión completa, sí representa un avance en términos de control de la enfermedad.
Hoy, a los 31 años, Stoner se ha convertido en una voz activa en redes y medios para pedir que no se subestimen los síntomas digestivos persistentes. Insiste en que cualquier dolor crónico o alteración del tránsito intestinal debe ser valorado con rigor, incluso si los pacientes no cumplen el "perfil" típico. "Estaba aterrada, pero también muy frustrada", admite, al recordar el momento en que su vida dio un giro irreversible.
Su testimonio coincide con la advertencia de la American Cancer Society, que en sus guías de 2024 volvió a instar a bajar la edad de cribado y a considerar la historia familiar y otros factores de riesgo individuales. La institución calcula que, si no se modifica esta tendencia, el cáncer colorrectal podría convertirse en la principal causa de muerte por cáncer entre menores de 50 años en la próxima década.