
La hipoteca inversa te da ingresos usando tu casa, sin dejar de vivir en ella.
Alicia Calaza, notaria: "La vivienda en propiedad es una opción vital para complementar la pensión por jubilación"
Opciones como la vivienda inversa o la hipoteca inversa ganan terreno como alternativas para afrontar una jubilación más tranquila.
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En un escenario cada vez más incierto para las pensiones públicas, pensar en el retiro se ha vuelto una prioridad para millones de personas.
La jubilación ya no es solo una etapa de descanso tras una vida laboral, sino un periodo que, sin una planificación adecuada, puede verse marcado por la falta de recursos.
Aunque el sistema público de pensiones sigue siendo la base para la mayoría de los ciudadanos, la realidad económica obliga a considerar otras fórmulas complementarias que garanticen una vejez digna, activa y segura.
Estrategia a largo plazo
El ahorro personal, los productos financieros o el uso estratégico del patrimonio propio son elementos cada vez más presentes en el debate sobre cómo prepararse para el retiro.
Y, en este contexto, la vivienda en propiedad se perfila como una alternativa clave para complementar las pensiones, sobre todo en un país como España, donde el porcentaje de propietarios es significativamente alto entre los mayores.
Durante un encuentro organizado por Servimedia, diversos expertos debatieron sobre estas alternativas. La notaria Alicia Calaza destacó que "la vivienda en propiedad es una opción alternativa vital para complementar la pensión por jubilación".
Según explica, esto se debe a que “el 70% de los españoles mayores de 65 años tiene como único ingreso líquido esta retribución pública y en el 65% de los casos es inferior a 1.300 euros”.
Junto a ella participaron Miguel Ángel Cabra, secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Enrique García, portavoz de la OCU, y Julio Rodríguez, expresidente del Banco Hipotecario.
Todos coincidieron en que la planificación es crucial. No basta con confiar en la pensión pública, que aunque está constitucionalmente garantizada, no siempre cubre las necesidades reales.
“Cada uno debe cortarse el traje según sus circunstancias”, afirmó Cabra, quien subrayó que existen diferentes herramientas, tanto públicas como privadas, para adaptarse a cada situación.
En este sentido, subrayó que no existe una fórmula única para todos, sino que cada quien debe analizar su contexto particular (económico, social y profesional) para determinar el mejor camino a seguir.
La hipoteca inversa
Entre las opciones que ofrece el mercado, la hipoteca inversa fue una de las más debatidas. Este producto financiero permite transformar el valor de una vivienda en ingresos mensuales sin necesidad de abandonar el domicilio.
A diferencia de una hipoteca convencional, el capital recibido se convierte en deuda que los herederos deberán saldar tras el fallecimiento del propietario, pudiendo decidir si conservan la vivienda o la ceden al banco. Aunque útil, esta alternativa se limita a personas con propiedades valiosas, generalmente ubicadas en zonas urbanas.
Otra fórmula menos conocida pero creciente es la vivienda inversa, que implica vender la propiedad pero permanecer en ella como inquilino vitalicio.
Así se accede a liquidez sin renunciar al entorno conocido, y con la ventaja de que si el inquilino fallece pronto, los hijos heredan el arrendamiento.
También se mencionaron opciones como el alquiler de la vivienda, la cesión para arrendamiento por terceros o el pacto de convivencia, donde dos personas mayores comparten gastos y compañía, dando valor al aspecto humano por encima del económico.
Especial atención merece el contrato vitalicio o contrato de alimentos, que garantiza cuidado y compañía al propietario a cambio de la vivienda al fallecer. Esta figura busca combatir la soledad no deseada, uno de los grandes males de la vejez, proporcionando asistencia y afecto en un entorno familiar.
A pesar de las posibilidades actuales, los expertos alertaron sobre el futuro. Enrique García advirtió que el porcentaje del 88% de jubilados que hoy posee una vivienda disminuirá, debido a las crecientes dificultades para acceder a la propiedad entre los jóvenes.
“Hoy muchos jóvenes están siendo expulsados del mercado de la vivienda”, señaló, insistiendo en que “la jubilación hay que planificarla con la mayor antelación posible, ya que las inversiones a largo plazo son más rentables”.
De esta forma, la conclusión es clara: quien posea una vivienda tiene una gran ventaja para afrontar la jubilación. Pero más allá de eso, el mensaje de fondo fue contundente: cuanto antes se empiece a pensar en el futuro, más herramientas estarán disponibles para disfrutarlo con tranquilidad. Como dijo Rodríguez, “la clave está en ahorrar mientras se gana”.