Amalia Iglesias y Rubén Abella, galardonados con el premio 'ex aequo' de la crítica de Castilla y León

Amalia Iglesias y Rubén Abella, galardonados con el premio 'ex aequo' de la crítica de Castilla y León Rubén Cacho Ical

Cultura

El escritor Rubén Abella y la poetisa Amalia Iglesias, premio 'ex aequo' de la crítica de Castilla y León

La entrega del galardón tendrá lugar el 7 de junio en la Feria del Libro de Valladolid. 

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El jurado del XXII Premio de la Crítica de Castilla y León, convocado por la Junta, ha fallado este miércoles conceder con carácter 'ex aequo' el Premio de la Crítica de Castilla y León a la novela 'Arde la sangre', del vallisoletano Rubén Abella, y al poemario 'Tampoco soy un robot' de la palentina Amalia Iglesias.

La viceconsejera de Acciñón Cultural y presidenta del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Mar Sancho, ha anunciado el fallo de este premio compartido al finalizar las deliberaciones del jurado, integrado por periodistas y críticos literarios.

Sancho ha destacado "la calidad de la cosecha literaria del año 2024 en Castilla y León, con un elevado nivel en los libros finalistas", lo que, asegura, ha hecho "más difícil la decisión del jurado". 

Asimismo, ha afirmado que, en el momento actual, "conviven varias generaciones de escritores castellanos y leoneses de referencia tanto en el ámbito nacional como internacional".

Todo ello, junto al "buen hacer" de las editoriales de Castilla y León, con varios libros entre los finalistas y uno ganador, publicado por la editorial palentina Menoscuarto, "que difunden la literatura de nuestra tierra y además internacionalizan la obra de nuestros escritores".

Dice la sangre 

Un mosaico de testimonios configura la última novela de Rubén Abella (Valladolid, 1967), ‘Dice la sangre’, publicada por Menoscuarto. La obra gira en torno a los acontecimientos que vivió una familia en el verano de 1985 en un pueblo de la provincia de León.

La grave enfermedad que sufre la madre es el hilo conductor que enlaza los escritos del resto de la familia, de los amigos y de vecinos del pueblo. Los testimonios, que en algunos casos tienen forma de declaración judicial, forman un engranaje que ensambla esos acontecimientos familiares con el objetivo de desentrañar la verdad de lo ocurrido para conocimiento del único pariente que no figura en la trama.

Tampoco soy un robot

No somos un algoritmo. Tampoco programables, por mucho que el sistema desconfíe y nos obligue a ‘autenticarnos’ para certificar que no somos un robot. Al menos mientras sigamos siendo dueños de la palabra. La inteligencia artificial puede hacer muchas cosas, pero hasta la fecha no es capaz de intervenir el alma.

Letanía, cántico, denuncia o grito, 'Tampoco yo soy un robot', el último libro de poemas de Amalia Iglesias (Menaza, Palencia, 1962) es la viva expresión de la necesidad del arte, sobre todo de la poesía, de reivindicar la palabra para combatir la deshumanización, la transhumanización del mundo.

Una voz, cuajada a lo largo de una carrera poética impecable, que se deja oír para preguntarse y preguntar a sus lectores sobre una de las mayores y más inquietantes incertidumbres de nuestro tiempo.

Con el amor y con el respeto a la naturaleza como banderas de una lucha con fin impredecible. Y en defensa de la inteligencia natural frente a las inquisiciones del big data. 

El Premio de la Crítica de Castilla y León se entregará a los ganadores el sábado 7 de junio, en el Círculo de Recreo de Valladolid, coincidiendo con la programación de la ‘58 Feria del Libro de Valladolid’.