La garnacha es uno de los 'aragoneses' que triunfan en Estados Unidos

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Economía

El vino aragonés, en alerta por los aranceles de Trump: "Los pedidos están parados desde hace un mes"

Los anuncios de aranceles han puesto en alerta a todo el sector, que lleva un mes con las ventas paralizadas por las amenazas de Trump.

Más información: Aragón se prepara ante los aranceles de Trump: ¿cómo afectará a las exportaciones en Estados Unidos?

Zaragoza
Publicada

El “Día de la Liberación” de Estados Unidos se ha convertido en un episodio más del dolor de cabeza que genera Donald Trump en el resto del planeta. La imposición de aranceles del 20% a todo lo que se mueve en la Unión Europea ha puesto en alerta a la economía comunitaria, que ya estudia cómo responder a esta guerra comercial antes de que ahogue a las empresas.

En el caso de Aragón, si bien las exportaciones totales en Estados Unidos apenas representan poco más de un 1%, hay sectores especialmente afectados por la imposición de aranceles. Durante el pasado año se vendió por 235 millones de euros, una cifra ligeramente por encima de las de 2023, aunque prácticamente la mitad que en 2022, provocado por un descenso de manufacturas de consumo no duradero (las compras que se agotan en corto espacio de tiempo), principalmente la confección.

Así, el vino es el principal producto aragonés que ha conquistado Estados Unidos y, por tanto, el que más sufriría la activación de nuevos impuestos a la venta. De hecho, muchos pedidos ya están paralizados desde que, hace un mes, Trump amenazó con aranceles que hubieran triplicado el precio. “Llevamos un mes donde los importadores no se atreven a sacar nada de las bodegas. Temían que se cargara en un contenedor y en mitad del tránsito se pusiera un arancel del 200%. Los pedidos están parados”, ha explicado Enrique Chueca, director general de Bodegas Aragonesas.

Situada en la localidad de Fuendejalón, en la Denominación de Origen Campo de Borja, venden alrededor de 500.000 euros cada año a Estados Unidos, una cifra que ha ido creciendo desde que entraron en este país a comienzos de siglo y que se ha mantenido estable desde la pandemia. Prácticamente la totalidad de sus ventas en el país americano es garnacha, aunque también disfrutan otras variantes como el chardonai.

El problema, incide Chueca, es la “incógnita continua”. “No sabemos si ahora dice un 20% de aranceles y por la tarde anunciará el doble. Buscan una incertidumbre más allá del hecho real. Les interesa que haya incertidumbre en el mundo. Es una noticia negativa, evidentemente, pero vamos a esperar el impacto en el consumidor”, apunta el director general de Bodegas Aragonesas, que también aventura que todo este episodio generará variaciones en el valor del dólar.

En su caso, ya sufrieron los efectos de Trump en su primer mandato, en el que impuso aranceles del 25% al vino español, aunque no llegara a generar un impacto del todo negativo. “Aquel año vendimos un poco más que el anterior. No tuvo un efecto negativo relevante. Vamos a creer que tampoco lo vaya a tener. Aunque los vinos europeos se incrementen un 20%, todavía estaremos bastante por debajo de los de California”, ha señalado Chueca.

En la misma situación se encuentra Bodegas San Valero, en Cariñena, para quien Estados Unidos supone un 6% de sus exportaciones, que lideran Gran Bretaña, Alemania o Canadá. “Nos avisaron de que paralizaramos todos los pedidos pendientes y no podemos servir nada a EEUU. Intentaba subir un 200% y al final ha sido un 20%. Nos dijeron que no enviásemos nada porque no sabían cómo iba a ser”, ha resaltado su responsable de Marketing y Comunicación, Javier Domeque.

La solución que se plantea desde las bodegas es potenciar otros países y buscar mercados alternativos que compensen la posible desaparición de Estados Unidos en las cuentas de resultados. “Convendría reforzar nuestros lazos en Europa para explotar oportunidades, y explorar Canadá o el mercado latinoamericano. Estamos en unos 40 países de todo el mundo. Lo tomamos con cautela y con más ganas de seguir trabajando en otros mercados”, ha subrayado Domeque.

Ante ello, el Gobierno de Aragón quiere reaccionar y “ponerse las pilas” para defender a los sectores más afectados, como el vino. El consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, cree que los anuncios de aranceles “quiebran una forma de vida que teníamos establecida desde hace 80 años”. “Nos preocupa que pueda provocar un enfriamos de las expectativas de crecimiento de la economía. Si pones trabas al comercio, el consumo se verá afectado y podría dañar la actividad económica”, ha expuesto.

Por ello, el Gobierno de Aragón, consciente del momento de dificultad que atraviesa el sector, va a invertir en 2025 un total de de 9,8 millones de euros en impulsar el vino aragonés. Esta cuantía incrementa en dos millones de euros más que en 2024 y 2,3 más que en 2023, e incluye como novedad una partida específica de 500.000 euros que se distribuirá entre los Consejos Reguladores.