
Miguel Sebastián, economista y exministro de Industria y Turismo EL ESPAÑOL
Miguel Sebastián, economista: “La gente que se va de vacaciones tendrá la gasolina más barata en Semana Santa”
Los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, como explica el economista, tendrán consecuencias positivas para Europa.
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El calificativo ‘guerra de aranceles’ ha sido escuchado numerosas veces desde el 2 de abril, el famoso ‘Día de la Liberación’. Desde aquel día, el mundo se ha encontrado en un constante ‘tira y afloja’ de medidas arancelarias.
No obstante, la Unión Europea (UE) ha conseguido marcar una tregua de 90 días con Estados Unidos, es decir, que los aranceles recíprocos impuestos a principios de abril todavía no han entrado en vigor.
Esta pausa ha generado un impacto en Europa, pero también en Estados Unidos y China, que se han impuesto aranceles mutuamente cada vez más altos. Para explicar esto, Miguel Sebastián, economista y exministro de Industria y Turismo, asistió al programa de la Sexta ‘Conspiranoicos’, donde, en el segmento ‘La Pizarra de Sebastián’, ilustró este complejo panorama económico.
El producto tambaleante: el petróleo
El exministro comenzó apuntando en la pizarra un gráfico de oferta y demanda agregada, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Así, expuso que en Estados Unidos los aranceles, en realidad, son una caída de la oferta agregada: “porque son más costes para las empresas y también para los consumidores”, comentó Sebastián. Además, agregó que funcionan como un impuesto que pagan tanto empresas como consumidores.
En este sentido, dibujó en el gráfico la curva de oferta hacia la izquierda, lo que se traduce en que las ventas disminuyen. A esto se suma un menor crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y más inflación, es decir, subidas de precios.
“Cualquiera puede decir: ‘Pero esto ya no hay porque no hay aranceles’. No, seguimos manteniendo a China, que no solo se mantiene, sino que lo han subido al 145 %. Tenemos el 10 % para todos, tenemos el 25 % en Canadá y México, y tenemos todos los sectoriales (aluminio, acero, automóviles)”, explicó el economista.
Teniendo esto en cuenta, sentenció que “impacto de los aranceles en Estados Unidos va a haber”. No obstante, en un país europeo sí se puede quitar el impacto negativo de estas medidas. En este sentido, el impacto negativo que se esperaba que experimentase la demanda por un descenso de las importaciones 'lo vamos a borrar'.
“Ahora, la noticia que tenemos es que ha caído el precio del petróleo, más o menos un 16% desde el 2 de abril, el gas un 20%, y eso se va a traducir, evidentemente, en la gente que se va de vacaciones estos días en una gasolina más barata y un gasóleo más barato”, explicó Sebastián.
Para Europa, que son países importadores de energía, esta caída del precio del petróleo significa un aumento de la oferta. Como consecuencia, hay un aumento del Producto Interior Bruto (PIB), es decir, crecimiento económico y una bajada de precios.
Esto para Europa se traduce en “un choque bueno en doble sentido: menos inflación y más crecimiento”, sentenció el exministro, y continuó: “yo, puestos a revisar el crecimiento de la economía española, ahora mismo, con esta previsión, la revisaría al alza”.
Esto ocurre de esta manera porque, mientras Estados Unidos perderá oferta, crecimiento económico y aumentará su inflación, China se verá también sumida en un periodo de recesión, según predice Sebastián.
No obstante, Europa, por su parte, al no enfrentarse a tantos aranceles, sufrirá una ligera caída de la demanda, pero sí un aumento de la oferta, gracias al petróleo.
Estados Unidos, al ser un país exportador de petróleo, “si cae el precio del petróleo, es como si cayera su demanda, porque está entrando menos renta de fuera a la economía americana”, explicó el economista.
En otras palabras, al bajar el precio del petróleo, la cantidad de dinero que reciben los países exportadores de este bien, como Estados Unidos, también disminuye. Para Europa, esto es una cantidad “que gastábamos y ya no gastamos”, como explicó Sebastián.
Así, Estados Unidos se enfrenta a una recesión mayor, ya que no solo se verán afectados por las medidas arancelarias, sino también por la bajada del precio del petróleo y del gas.
Agregó Miguel Sebastián que este descenso del precio de los carburantes y del gas ya se empieza a notar, pero “lo conoceremos en el Índice de Precios al Consumo (IPC) de abril, que saldrá a final de mes, y ya veremos cómo el IPC nos va a dar una muy buena sorpresa”.
¿Y China?
El economista continuó su explicación haciendo otra gráfica de oferta y demanda que ilustrara la situación a la que se enfrentará el país asiático.
“Ellos exportan mucho a Estados Unidos y eso se va a ver limitado. Pronto van a tener un choque negativo de demanda con los aranceles. También, como ponen sus propios aranceles, eso les empujará la oferta. En cambio, les va a ayudar la caída del precio del petróleo como a nosotros”, comentó el exministro.
Prosiguió haciendo énfasis en que lo importante de la situación de China es que va a tener mucha deflación: “primero por la caída de la demanda por los aranceles de los americanos y, segundo, por la caída del precio del petróleo y el gas que importan”, comentó.
Esta importante deflación que experimentará China afectará a Europa también porque “nos van a intentar inundar de productos muy baratos. Será muy bueno para nuestra inflación, pero evidentemente nos puede perjudicar la balanza comercial con China, que ya está bastante deficitaria”.
Este es el motivo por el que, según el exministro, es importante llegar a un acuerdo, porque “lo difícil no es que China nos venda a nosotros, lo difícil es qué les podemos vender nosotros a China. Eso requiere un acuerdo comercial para abrir el mercado chino y recuperar lo que estamos perdiendo en Estados Unidos: el vino, el aceite de oliva, el jamón, piezas de calzado, entre otros. Todo eso lo podemos vender en China”.
El exministro acabó su intervención haciendo énfasis en que, por supuesto, esto es una predicción que, en cualquier momento, puede cambiar: “puede cambiar de un día para el otro”.