Imagen de archivo de una mujer cambiando la hora.

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Sociedad

Llega el cambio de hora a España: así es como puedes conseguir ahorrar en la factura de electricidad

Las horas de luz aumentan unos minutos más cada día y muchas personas se preguntan cuánto falta para el cambio de horario en nuestro país.

Más información: Cambio de hora confirmado para el 2025: este es el día exacto de marzo que toca cambiar el reloj.

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Este fin de semana, como cada año a finales de marzo, España dará la bienvenida al horario de verano con el habitual cambio de hora. En la madrugada del domingo 30 de marzo, los relojes se adelantarán una hora, pasando de las 2:00 a las 3:00.

Este ajuste marca el inicio de la temporada en la que disfrutaremos de más horas de luz natural durante la tarde, un cambio que no solo beneficia a nuestros horarios y actividades cotidianas, sino que también abre la puerta a importantes oportunidades para ahorrar energía.

Con la llegada del horario de verano, las tardes se alargan, lo que nos ofrece la oportunidad de aprovechar más horas de luz natural. Este es el momento perfecto para replantearnos nuestros hábitos y adoptar nuevas rutinas que contribuyan al ahorro energético.

¿Cómo ahorrar?

Con la llegada de más horas de luz natural por las tardes, es el momento ideal para implementar hábitos que optimicen el consumo energético en casa.

Desde reorganizar los espacios, hasta realizar cambios como el uso de bombillas LED o desenchufar dispositivos en modo espera, pequeños ajustes pueden generar grandes ahorros. Empresas como 123tinta.es, especializada en cartuchos de impresora y tóners, ofrece valiosos consejos para mejorar la eficiencia energética en el hogar y reducir el consumo eléctrico.

Así pues, uno de los pasos más simples y efectivos es reorganizar los espacios de nuestra casa para maximizar el aprovechamiento de la luz solar. Al reducir el uso de la iluminación artificial durante el día, no solo se reduce el consumo eléctrico, sino que también se disminuye nuestra huella de carbono.

Aunque no siempre lo notemos, muchos de los dispositivos electrónicos que tenemos en casa consumen energía incluso cuando están apagados o en modo espera. Este fenómeno, conocido como "consumo fantasma", puede sumar una parte significativa en la factura de electricidad.

Desenchufar los aparatos que no estemos utilizando durante el día, como televisores, cargadores o electrodomésticos, es un hábito simple, pero que puede traducirse en un ahorro considerable a lo largo del tiempo.

Otro cambio importante que podemos hacer con la llegada del horario de verano es optimizar el uso de nuestros electrodomésticos. Programar lavadoras, lavavajillas o secadores de ropa durante las horas en las que las tarifas eléctricas son más bajas, o elegir programas de bajo consumo, puede ayudarnos a reducir el gasto sin sacrificar el rendimiento de los aparatos.

Asimismo, otro de los cambios más sencillos y eficaces que podemos hacer en nuestra vivienda para mejorar la eficiencia energética es sustituir las bombillas tradicionales por bombillas LED de bajo consumo. No solo consumen menos energía, sino que también tienen una vida útil mucho más larga.

Con estos pequeños ajustes, el ahorro en nuestras facturas puede ser notable, sobre todo en un hogar donde el uso de electrodomésticos es frecuente.

¿Cómo afecta a la salud?

El cambio de hora tiene un impacto más profundo de lo que a menudo pensamos. Aunque muchas personas lo perciben como un simple ajuste de reloj, los efectos que tiene sobre nuestro cuerpo y mente pueden ser significativos.

A continuación, exploramos desde EL ESPAÑOL cómo este cambio puede influir en distintos aspectos de nuestra salud física y emocional.

1. Alteraciones en el sueño

El cambio de hora es conocido por desajustar el ritmo circadiano, lo que puede interrumpir nuestros patrones de sueño. Adelantar el reloj en primavera (lo que significa perder una hora de sueño) puede llevar a dificultades para dormir, insomnio o un sueño menos reparador.

Esto puede generar cansancio y somnolencia durante el día. En otoño, aunque se gana una hora de sueño, el cambio puede trastocar también la calidad del descanso, ya que el cambio de la rutina puede hacer que nos cueste adaptarnos.

2. Fatiga 

Debido a la interrupción en los ciclos de sueño, muchas personas experimentan fatiga y falta de energía en los días posteriores al cambio de hora.

La adaptación del cuerpo a un horario distinto puede hacer que nos sintamos más cansados o somnolientos, lo que también puede afectar nuestra productividad en el trabajo o en actividades diarias.

3. Estado de ánimo

Asimismo, el ajuste en el horario puede tener un impacto en el estado de ánimo. La falta de sueño, la irritabilidad o la sensación de desajuste pueden generar estrés y ansiedad.

En particular, las personas que sufren de trastornos afectivos estacionales (como la depresión invernal) pueden sentir una mayor tristeza o melancolía debido a la menor cantidad de luz solar en otoño, o una sensación de ansiedad cuando se adelanta la hora en primavera.

4. Capacidad de concentración

El cansancio generado por la alteración del ciclo de sueño puede también disminuir nuestra capacidad de concentración y atención. Esto puede tener efectos negativos en el trabajo o los estudios, ya que nos resulta más difícil mantener la productividad o realizar tareas que requieren un alto nivel de concentración y habilidades cognitivas.

Por lo que este suceso incrementa la posibilidad de cometer errores o sufrir accidentes, tanto en el ámbito laboral como en la carretera. Este fenómeno es más evidente justo después del cambio de hora.

5. Salud y bienestar

Asimismo, varios estudios sugieren que el cambio de hora, especialmente el de primavera, puede tener efectos sobre la salud cardiovascular. Tras el ajuste, existe un pequeño aumento en el número de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, aunque los efectos son temporales. Esto se debe al estrés físico y emocional asociado con el ajuste del reloj.

El cambio de hora también puede influir en nuestros hábitos alimenticios. La alteración de los horarios de sueño y de luz puede modificar el apetito y los patrones de comida. Algunas personas tienden a comer más o menos de lo habitual durante los días posteriores al cambio de hora, lo que puede afectar la digestión o la regulación del peso corporal.

6. Irritabilidad y el estrés

Y por último, la alteración en los horarios puede generar sensación de estrés o irritabilidad, ya que nuestro cuerpo se ve forzado a adaptarse rápidamente a una nueva rutina.

La falta de descanso adecuado, la sensación de desajuste y las preocupaciones por los efectos a corto plazo del cambio pueden elevar los niveles de cortisol, la hormona del estrés.