Central nuclear de Almaraz.

Central nuclear de Almaraz. CSN

Observatorio de la Energía

El sector energético coincide en Wake Up, Spain! en que cerrar las centrales nucleares en España será un error

Los ejecutivos de Iberdrola, Repsol y Factorenergia llaman a la necesidad de tomar decisiones atendiendo a "criterios técnicos" y "no por motivos políticos".

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Los principales líderes del sector energético han coincidido en un mensaje unificado que trasciende sus propios intereses económicos: "el cierre nuclear es un error". Así lo han manifestado los ejecutivos de Iberdrola, Repsol y Factorenergia en el V Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.

Mario Ruiz-Tagle, CEO de Iberdrola España, ha señalado que, aunque el acuerdo para el cierre de las centrales nucleares ya está firmado, aún hay margen para revertir la decisión. Más que una defensa de la energía nuclear en sí misma, su argumento se centra en la "competitividad de España".

El directivo ha recordado que el calendario de cierre se estableció para dar tiempo a las empresas a adaptarse, pero considera que las circunstancias han cambiado significativamente. "Hay muchos desafíos que hacen necesario ahora que nos sentemos", ha afirmado, pidiendo un análisis "abierto, claro y transparente" para evitar errores estratégicos.

Además, ha advertido que cerrar una infraestructura valorada en 30.000 millones de euros podría acarrear altos costes en el futuro si el país se arrepiente.

Como referencia, mencionó el caso de Estados Unidos, que ha apostado por la energía nuclear, y el de Alemania, donde el cierre de plantas nucleares ha sido considerado un error. “Debemos ser prudentes con las decisiones que tomamos hoy, pues pueden tener consecuencias costosas en el futuro”, ha enfatizado.

Por su parte, Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, pese a sus reservas iniciales, ha abordado el debate sobre la energía nuclear. Ha destacado que, aunque las renovables son fundamentales y reciben grandes inversiones, su carácter intermitente exige contar con fuentes de energía base, siendo las únicas opciones viables actualmente la nuclear y el gas.

"Si prescindimos de la energía nuclear, aumentará nuestra dependencia del gas y, con ello, las emisiones", ha advertido. También ha subrayado el impacto social del cierre de centrales, especialmente en las zonas donde estos proyectos generan empleo.

En este sentido, ha lamentado la posible pérdida de proyectos emblemáticos como Almaraz, aunque se ha mostrado optimista respecto a que el Gobierno tomará la decisión correcta y mantendrá la energía nuclear en el mix energético del país.

El CEO de Factorenergia, Emili Rousaud, también ha puesto el foco en el nuevo escenario geopolítico, marcado por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. "Es preocupante que, en un momento de precios bajos y oportunidad de reindustrialización, España opte por cerrar sus centrales nucleares", ha expresado.

En su opinión, esta decisión alejaría al país de su objetivo de competitividad, ya que no se está extendiendo la vida útil de las plantas. Además, ha cuestionado la viabilidad del PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima), pues considera que las redes eléctricas no están preparadas para cumplir sus ambiciosos objetivos.

"La Unión Europea reconoce la energía nuclear como una tecnología libre de CO2, pero el PNIEC sigue apostando por su eliminación", ha señalado. A su juicio, la decisión de cerrar las centrales debería tomarse con base en criterios técnicos y en el interés general, no por motivos políticos. También ha planteado una pregunta clave: "¿Qué ocurrirá en Cataluña cuando se cierren las centrales allí?".

Finalmente, ha concluido que, aunque no se trata de debatir sobre el cierre de una o varias centrales en particular, la falta de avances en almacenamiento energético y en infraestructuras eléctricas hacen que la transición sea aún un reto pendiente. “Aún queda camino por recorrer antes de cerrar las nucleares sin causar perjuicios para todos”, ha sentenciado.

José Azcón, presidente del Gobierno de Aragón, también se unió en la primera jornada Wake Up, Spain! a las demandas del sector. Así se mostró a favor de la continuidad de las centrales nucleares. "Posicionarse en contra del Pacto Verde de Europa no sólo significa posicionarse en contra de las energías renovables, sino también en contra del mantenimiento de las centrales nucleares", defendió

Un cambio del paradigma mundial

Mientras en España estalla la guerra por el cierre nuclear, el mundo afronta un boom de nuevos proyectos. Un total de 62 reactores nucleares con una capacidad total de más de 64 gigavatios (GW) se están construyendo actualmente en 15 países, según datos actualizados de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

China está construyendo casi la mitad de toda esta nueva potencia. India, Turquía, Egipto, Rusia, Reino Unido, Corea del Sur y Japón, entre otros, también han iniciado las obras de nuevos reactores.

Varios países europeos han reforzado su apuesta por la energía nuclear. Francia planea construir seis nuevos reactores y evalúa ocho más, con una inversión de 51.700 millones de euros. Suecia ha modificado su estrategia energética y prevé dos grandes reactores para 2035 y diez adicionales para 2045. Italia, que cerró sus reactores tras Chernóbil, estudia reintroducir la energía nuclear con nueva legislación.

Hungría, con cuatro reactores en operación, ha firmado contratos para construir dos más. Otros países como Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Países Bajos, Polonia, Rumanía y Eslovenia también han reafirmado su compromiso con esta fuente de energía.

Además, en Alemania, la futura coalición de Gobierno, encabezada por Friedrich Merz, ha abierto la puerta a dar marcha atrás a su política nuclear. Planea reactivar los últimos reactores cerrados en el país de forma que sea técnica y económicamente razonable.