
Raymond Najjar tras impartir su conferencia en Orlando.
Najjar, el 'sabio' de la visión: "Los ojos necesitan, al menos, dos horas al día al aire libre"
"Si cambiamos las pantalla por libros, el problema de la miopía sería el mismo" / "Con la luz azul dormimos peor que con la verde" / "El espectro de la luz solar es lo mejor para el ojo" / "Reducir la cantidad de luz puede provocar depresión"
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La iluminación es algo tan cotidiano como crucial para la salud y la vida en general. Por eso, es necesario estudiarla y conocer en profundidad los efectos que puede provocar en las personas. Más todavía, si se tiene en cuenta la omnipresencia de las pantallas y que la sociedad ha pasado de hacer una vida mucho más en el interior que en el exterior. El trabajo, el ocio y cualquier otro aspecto, como los trayectos en transporte público, están plagados de estos dos elementos.
Este es, precisamente, uno de los mayores intereses de Raymond Najjar, neurocientífico visual y director del Instituto de Investigación Ocular de Singapur. El experto habla con EL ESPAÑOL tras impartir una conferencia para el evento Transitions Academy 2025, organizado por EssilorLuxottica en Orlando (Estados Unidos). Durante su charla habla sobre cómo la intensidad, el color y el tiempo de exposición a la luz pueden afectar al estado de ánimo, el sueño y patologías como las migrañas o la miopía, incluso, puede causar depresión.
Uno de los aspectos que más destaca es el efecto sobre los ritmos circadianos. Son los que regulan los cambios que sufren las personas durante el día, como la digestión o el sueño. Gracias a este "reloj central" se secreta melatonina por la noche, que da somnolencia, y cortisol por la mañana, para estar alerta durante el día. "Controlan el cuerpo y la luz los controla a ellos".
En su experiencia, ¿qué papel juega la luz en la salud en generall?
Reducir la luz o privarnos de ella perjudica el estado de ánimo y puede provocar depresión. Por eso, los pacientes con enfermedades oculares que perderán la visión, tienen un alto riesgo de sufrir este problema. No se queda ahí, exponernos a una luz brillante por la noche hará que nos cueste más conciliar el sueño, por lo que cambiará la calidad del sueño, aunque eso también depende del color de la luz que utilicemos.
Por ejemplo, con la luz azul dormimos peor que con la verde. Todo esto son estudios de laboratorio, pero necesitamos más datos de lo que ocurre en la vida real para observar los efectos en la población.
¿Cómo es que la iluminación puede influir en la salud mental?
Su relación con la salud mental se puede ver en la depresión estacional. Algunas personas pueden experimentar este tipo de síntomas cuando las estaciones cambian y los días se acortan, lo que lo vincula directamente con nuestra rutina de la luz. A estos pacientes se les puede recomendar la fototerapia, que ya cuenta con estudios que han demostrado que es eficaz. Incluso, hay investigaciones que dicen que funciona también para la depresión en general. Este tratamiento ya se está probando como complementario de los antidepresivos.
Lo que hay que preguntarse es: ¿cuál es el momento adecuado y cuál es la luz adecuada para ese momento? Durante el día es muy beneficiosa, pero por la noche no es la mejor opción.
¿Cómo es la relación entre la luz artificial y la miopía?
En cuanto a salud ocular, me preguntan mucho si la luz de las pantallas puede dañar la retina y realmente no hay ningún estudio que lo pruebe. Los problemas, como la miopía en los niños, se producen por el tiempo de exposición, pero no por la luz en sí. Si se cambia la pantalla por un libro, ocurrirá lo mismo. Si hacemos que los ojos trabajen a corta distancia, el efecto es el mismo, pero hay una tendencia mayor a invertir el tiempo delante de una pantalla.
Ante este factor de riesgo para la miopía, aconsejamos a los padres que saquen a los niños de casa. De hecho, puede para reducir el riesgo hacen falta dos horas al día, al menos, al aire libre.
Según su experiencia, ¿qué papel desempeña la luz en la prevención de los trastornos visuales?
Están pasando muchas cosas. Se está hablando mucho de la longitud de ondas y se experimenta con la miopía, pero aún nos queda mucho trabajo por hacer para entender cómo podemos modular la luz para controlarla. Lo que sabemos es que aumentar la intensidad de la luz puede ser beneficioso para detenerla y esto puede deberse a un aumento de la dopamina en el ojo, aunque todavía falta información.
Si lo pensamos bien, el espectro de la luz solar es lo mejor para el ojo, porque así es como evolucionamos. Por eso, muchos investigadores ahora están intentando estudiar la miopía con numerosos espectros de luz.
Está trabajando con el efecto de la modulación de la luz en la miopía. ¿Cómo funciona?
Se han descubierto varias cosas en diferentes investigaciones. Una de ellas, que aumentar los niveles de luz puede liberar más dopamina en el ojo, que se ha asociado con una reducción en la aparición y el desarrollo de la miopía. Ahora, todavía no sabemos cómo funciona ese proceso. Hay algunos proyectos que han visto una conexión entre la retina y la esclerótica, que es la parte blanca del ojo.
Se cree que la primera envía señales a la segunda, haciéndola más dura y menos elástica, lo que hace más difícil que se adapte a los cambios. Así es como creemos que la luz controla el ojo, aunque todavía queda mucho que averiguar al respecto.
Por otro lado, también se investiga la modulación del espectro, del color. Hay muchos estudios que muestran que el movimiento está involucrado. Hay estudios que muestran que la luz roja puede ser beneficiosa, pero aún queda mucho por hacer para entender el mecanismo. Esto pasa, incluso, con algunos de los medicamentos que se utilizan para este problema, como la atropina. Aún no sabemos cómo funciona y ya se usa.
¿Qué avances podemos esperar en la salud ocular en los próximos años con la terapia lumínica?
Saldrán muchos dispositivos que usarán la luz como fototerapia, pero la mejor opción es, en realidad, la luz que recibimos de nuestro alrededor. Debemos optimizar la luz que utilizamos en los interiores y pasar más tiempo al aire libre. En definitiva, mejorar lo que llega a nuestra retina.
Básicamente, ese es el mejor enfoque. No tenemos por qué sentarnos todos delante de una caja o utilizar una máscara [los dispositivos empleados para este tratamiento]. Puede ser beneficioso y habrá gente que quizá lo necesite, pero la población general, que no tiene enfermedades oculares, solo tiene que aprovechar la luz que le rodea.
Se habla de que los tratamientos con luz roja van por buen camino, pero también hay expertos que dudan de que no sean perjudiciales. ¿Cuál es su opinión?
Parece que los ensayos clínicos en los que se han utilizado estos aparatos han dado buenos resultados, por ejemplo, con el ojo seco. Sin embargo, todos se han realizado en China y habría que replicarlos en otros países para ver el efecto. Aún queda mucha investigación por delante, pero lo primero que hay que hacer es garantizar que es una terapia completamente segura y creo que hay muchas personas trabajando en ello.
¿Cree que la sociedad es lo suficientemente consciente del impacto de la luz en nuestra salud ocular y cerebral?
No, no lo estamos. La gente no lo entiende. El cambio del exterior al interior es perjudicial. Imparto un curso en Estados Unidos sobre luz, urbanización y salud y mis estudiantes a se sorprenden todos los años con los efectos secundarios que tiene la disminución de la luz por la noche al aumentar el riesgo de cáncer en los trabajos nocturnos porque se ha demostrado que suprime la melatonina.
Incluso tener la luz encendida mientras dormimos afecta a nuestra vida. Así que, no, la sociedad no es consciente del efecto negativo que supone pasar menos tiempo al aire libre, más en interiores y permanecer conectado a las pantallas cada segundo. El mundo funciona así, pero es realmente perjudicial.
¿Qué le aconseja a la población para revertirlo?
El consejo es muy fácil. Sal todo lo que puedas. Si no puedes hacerlo, siéntate junto a una ventana. Reduce la cantidad de luz que recibes por la noche y apágala a cierta hora. Es un ciclo, hay que adaptarse todo lo posible a la naturaleza. Además, en el exterior captamos muchos más detalles que en el interior y eso también ayuda a que nuestros ojos se desarrollen y crezcan de manera normal.
Estamos realizando un estudio en Singapur en el que hemos cambiado las luces de las aulas. Los niños pasan la mitad del día dentro de ellas y su iluminación no se ha hecho para que se desarrollen sus ojos o su cerebro. Se han creado solo para que puedan ver la pizarra correctamente. Nosotros las hemos cambiado por luces que imitan el espectro solar y esperamos ver los resultados en unos meses.