Una de las lavanderías de la Macarena.

Una de las lavanderías de la Macarena. E.E. Sevilla

Provincia de Sevilla

Las lavanderías de Sevilla hacen su agosto con la lluvia, que frena a bares y comercios: "No había tanta demanda en 20 años"

Nacho Zamudio, gerente de la Bodega San José, señala que "las ventas han caído hasta un 40 por ciento".

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Sevilla
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Sevilla acaba de pasar por una de las épocas más lluviosas que se recuerdan. Durante más de tres semanas, las precipitaciones y las nubes han eclipsado al característico sol hispalense, algo que ha hecho que los vecinos de la ciudad hayan tenido que adaptar sus hábitos. Así, las lavanderías se han vuelto a llenar.

Si por algo se conoce a la capital andaluza es por el ambiente que se disfruta en las calles. Bares, terrazas y parques repletos de gente disfrutando de los rayos de sol día sí y día también. Sin embargo, los máximos protagonistas desde el pasado 5 de marzo han sido los paraguas y los abrigos. 

El temporal que ha azotado a la provincia se ha saldado con numerosos incidentes. El más grave, la muerte de un matrimonio natural de Constantina tras ser arrollados por el cauce del Guadalbácar mientras se dirigían al trabajo en su coche. 

El pasado martes, ocurría algo histórico. Por primera vez, el Ayuntamiento de Sevilla decidió cerrar las compuertas del muro de defensa de la ciudad por riesgo de desbordamiento del río Guadalquivir.

No obstante, en toda esta situación de emergencia, ha habido un sector que ha salido claramente beneficiado. El de las lavanderías. 

Clientes turistas y locales

Paula, regente de la empresa My Laundry de la Alfafa, confiesa que el trabajo de estas semanas "ha sido una locura" y que el número de clientes que han ido a lavar y secar la ropa "ha sido el doble de lo normal".

El motivo por el que muchos de los hispalenses han apostado por lavar sus prendas en este tipo de establecimientos es que "las lavadoras son industriales y, por lo tanto, centrifugan mucho más". 

La misma señala que su clientela habitual suelen ser turistas, pero que, debido al mal tiempo, ha tenido "muchos clientes locales". Judith, dueña de la lavadería de autoservicio Lolavo, en Pío XII, sostiene que "hay clientes habituales pero que durante las semanas de lluvia han frecuentado el establecimiento gente nueva". 

Más de 500 personas por la aplicación

Asimismo, la empresaria cuenta que "hace casi 20 años que no había tanta demanda para secar la ropa". "Estos días hemos atendido a alrededor de 30 personas a diario, pero en la aplicación de la lavadería me aparecen más de 500", señala.

La temporada de precipitaciones por la que ha pasado Andalucía ha hecho que, aunque el sol se haya dejado ver tímidamente, "el ambiente siga húmedo y la gente continúe yendo a las lavanderías", afirma Jesús Delgado, de Lavanderos de Triana.

En cuanto al tiempo de espera para empezar a secar la ropa, este varía dependiendo del número de secadoras que haya en los establecimientos. Sin embargo "ha llegado a ser de una hora" siendo lo habitual esperar únicamente "unos 15 minutos". 

La razón del auge de las lavanderías

Al mal tiempo, se le suma que Sevilla "no está acostumbrada a estar tantos días sin sol", por lo que son muy pocos los sevillanos que cuentan con una secadora en sus casas. Esta es una de las principales razones por las que las lavanderías han visto incrementada la demanda. 

El sector hotelero, lejos de lo que se pueda imaginar, se ha visto poco afectado por la lluvia. Desde la Asociación de Hoteles de Sevilla defienden que "en líneas generales las precipitaciones han afectado muy poco". 

Indican que enero y febrero es temporada baja y que, normalmente, a partir del Maratón de Sevilla la demanda aumenta. Sin embargo, asegura "que el mes de marzo va mejor de lo normal". No se han acumulado, por tanto, las cancelaciones a raíz de las lluvias.

El contraste entre comercios

El contraste entre las lavanderías y las tiendas es palpable. Tomás González, presidente de la Patronal del Comercio de Sevilla y Provincia, señala que "con el tiempo así, la campaña de la primavera se atrasa". 

"Que llueva tanto en Sevilla y durante tantos días no es normal. En otro sitio en el que se está más acostumbrado a este tiempo no afecta tanto", afirma.

Sin embargo, teniendo en cuenta que "a la hora de comprar influyen muchos factores, entre ellos el clima, ahora mismo se está perdiendo la compra impulso -aquella que se hace al momento-".  

Pérdidas de hasta un 40 por ciento

En cuanto los bares y restaurantes, hay disparidad de opiniones. Ramón González, responsable de la Bodeguita de Antonio Romero situada en la calle Arfe,  defiende que "no ha habido cambios en el número de clientes a pesar del mal tiempo".

Una visión que contrasta con la de Nacho Zamudio, gerente de la Bodega San José y quien subraya que "la lluvia se ha notado bastante y las ventas han llegado a bajar entre un 30 y un 40 por ciento".

Él mismo apunta que, ahora que empieza a salir el sol, "hay un poco más de gente, pero que, en cuanto llueve se van". Esta situación incluso ha obligado al empresario ha dar vacaciones a sus trabajadores por adelantado.