
Fernando Mora, psiquiatra.
Fernando Mora, psiquiatra: "Estos son los siete síntomas principales que nos ayudan a diagnosticar una depresión"
La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por la tristeza y el desánimo; sin embargo, los síntomas van más allá.
Más información: Qué es el 'burnout': la nueva tendencia entre las parejas que preocupa seriamente a los psicólogos en España
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 3,8% de la población mundial (350 millones de personas), presenta algún tipo de trastorno depresivo, incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años.
España, concretamente, tiene una de las tasas más altas de Europa y según la Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE), aproximadamente un 9,2% de mujeres tienen depresión, frente a un 4% de hombres. A pesar de los datos, tal y como recoge la OMS, aunque existen tratamientos, más del 75% de las personas afectadas en los países de ingreso bajo y mediano no reciben tratamiento alguno.
Uno de los motivos por los que la gran mayoría de las personas no reciben tratamiento es porque no se reconocen los síntomas correctamente. Según los expertos como Fernando Mora, jefe de Sección de Psiquiatría en Hospital Universitario Infanta Leonor, existen siete indicios principales que les ayudan a realizar un diagnóstico: tristeza, incapacidad para sentir placer, pensamientos negativos, falta de energía, problemas de concentración, alteración del apetito y del sueño.
Los 7 síntomas para diagnosticar una depresión
La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por la tristeza y el desánimo. Aunque su definición se entienda fácilmente, la realidad es que la gran mayoría de las personas que la sufren no logran comprender su verdadera dimensión, ya que sus efectos abarcan muchos aspectos de la vida emocional, mental y física de una persona.
En este sentido, los psiquiatras como Fernando Mora han identificado ciertos síntomas clave que son los que permiten hacer un diagnóstico preciso. No se trata de momentos aislados de malestar o desánimo, sino de un conjunto de sentimientos que afectan al día a día. De entre todos estos indicios, los expertos creen que hay dos indispensables: la tristeza y la incapacidad de disfrutar.
En primer lugar, y el que todos conocemos es la tristeza profunda y constante. El experto incide en que no se trata de sentirse triste por unas horas o un mal día, sino de una sensación de vacío emocional que acompaña a la persona todos los días y durante la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, "tener una depresión es mucho más que estar triste", y por ello, el segundo síntoma esencial es la incapacidad para sentir placer, conocida clínicamente como anhedonia. Las cosas que antes generaban entusiasmo, alegría o satisfacción pierden su valor emocional.
Además de estos dos elementos centrales, suelen aparecer otros síntomas que agravan aún más el cuadro depresivo, como los pensamientos negativos de manera persistente. La mente se inunda de ideas pesimistas, catastróficas, y muchas veces surgen sentimientos de culpa injustificados, como si todo lo malo fuera su responsabilidad.
Otro síntoma frecuente, según indica Mora, es la falta de energía. El cuerpo se siente más pesado de lo normal y cada actividad requiere un esfuerzo desproporcionado, incluso las más básicas como levantarse de la cama, bañarse o preparar una comida. Esta fatiga no se alivia con el descanso y refuerza el aislamiento y la falta de productividad, lo que a su vez intensifica la tristeza y la desesperanza.
Además, la mente también se ve afectada. La concentración disminuye de forma significativa, lo cual afecta el rendimiento laboral, académico o incluso la simple capacidad de seguir una conversación. La memoria se vuelve frágil, y las tareas cotidianas pueden sentirse confusas.
El sexto síntoma que nombra el psiquiatra es la alteración del apetito, con mayor frecuencia a la pérdida completa del mismo. Cuando sufres depresión, comer deja de ser una fuente de placer, y en algunos casos incluso se vuelve una tarea olvidada. Esto puede conducir a una pérdida de peso involuntaria y afectar aún más la salud física.
Sin embargo, en otros casos, aunque menos comunes, puede haber un aumento del apetito como una forma de buscar consuelo o como forma de saciar la ansiedad, lo cual también puede generar complicaciones.
Por último, Fernando Mora habla de los trastornos del sueño. La mayoría de quienes padecen depresión experimentan insomnio, despertándose varias veces durante la noche o levantándose muy temprano sin poder volver a dormir. El descanso se vuelve insuficiente, lo que perpetúa la fatiga y el desequilibrio emocional.
Así como en la alteración del apetito, la alteración del sueño también puede darse el caso contrario: un aumento excesivo del sueño, con dificultades para mantenerse despierto y alerta durante el día.
Según indica el experto, "reconocer estos síntomas es fundamental para llegar a un diagnóstico adecuado". La depresión no es una cuestión de actitud, sino que es una condición clínica real que necesita ser atendida por expertos.