
Instalaciones de PDVSA, la petrolera estatal venezolana.
Los envíos de crudo venezolano caen ante la presión de Trump mientras Repsol y Maurel & Prom buscan pactar con EEUU
Las exportaciones mundiales de petróleo y combustibles de Venezuela cayeron un 11,5% en marzo, pero los envíos a China aumentaron.
Más información: Imaz (Repsol), sobre la cancelación en Venezuela: "Buscaremos mecanismos para seguir con nuestra actividad"
La cuenta atrás para que las compañías petroleras pierdan sus licencias para operar en Venezuela ha comenzado. El impacto del inminente vencimiento de los permisos ya se ha sentido en los envíos de crudo venezolano, mientras compañías como Repsol y Maurel & Prom (M&P) confirman negociaciones con la Administración estadounidense en busca de una solución.
Ante la 'ofensiva Trump' contra el crudo venezolano, que también incluye aranceles secundarios del 25%, las exportaciones de petróleo y combustibles de Venezuela cayeron un 11,5% en marzo, según documentos internos de la petrolera estatal PDVSA consultados por Reuters.
Las medidas anunciadas han generado retrasos y suspensiones de carga. En total, 42 buques salieron de Venezuela en marzo, cargados con 804.677 barriles por día de crudo y 341.000 toneladas métricas de derivados del petróleo y petroquímicos, según los datos de PDVSA. Se trata de un 7,8% menos que en el mismo mes de 2024 y los niveles más bajos desde diciembre.
En este contexto de incertidumbre, China incrementó sus compras y volvió a ser en marzo el principal importador de petróleo venezolano. Más de la mitad de los envíos fueron al gigante asiático. Le siguieron EEUU, India y Cuba.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, declaró que las cifras publicadas por Reuters eran erróneas y que las exportaciones de petróleo habían aumentado 8,78% en marzo, aunque no aportó documentación que lo acreditase.
Mientras aumenta la incertidumbre sobre el futuro de la industria petrolera en Venezuela, Repsol y la compañía francesa M&P buscan salvar sus licencias, que dejarán de ser válidas el 27 de mayo.
Ambas empresas han dado a conocer que se encuentran en conversaciones con la Administración Trump. Repsol está en "diálogo abierto" con la Administración estadounidense para mantener su actividad en Venezuela, según reveló Josu Jon Imaz, CEO de la compañía, en el V Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.
En palabras del ejecutivo, la compañía está buscando "mecanismos" para continuar con su "actividad en el país", que actualmente supone el 85% de su producción de gas natural.
Repsol cuenta con el apoyo del Gobierno de España en esta tarea. De hecho, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró que el Ejecutivo está acompañando a Repsol en el diálogo "continuo" que mantiene con la administración norteamericana y que confía en llegar a un acuerdo.
La francesa Maurel & Prom también anunció a través de un comunicado que "sigue participando activamente en conversaciones con las autoridades estadounidenses". No obstante, dijo estar "evaluando actualmente las implicaciones de esta decisión en estrecha consulta con sus asesores legales".
M&P entiende que "esta medida forma parte de una iniciativa más amplia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) que afecta tanto a empresas petroleras estadounidenses como internacionales [...], a la espera de un posible acuerdo entre EEUU y Venezuela a medida que la situación continúa desarrollándose".
Firmas como Repsol, Eni y Maurel & Prom tienen acceso al crudo venezolano bajo las autorizaciones de la OFAC del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Estas licencias, otorgadas durante la Administración del demócrata Joe Biden (2021-2025), les permiten operar a través de empresas conjuntas con PDVSA.
Ahora, las empresas tienen hasta finales de mayo para liquidar las operaciones en el país latinoamericano, intensificando la campaña de la Administración Trump para aislar a Venezuela, en medio de una batalla en la que también juega un papel fundamental la migración.
La deuda de Repsol
Mantener la actividad en Venezuela es fundamental para que Repsol pueda recuperar la deuda que el país tiene pendiente y que se remonta a 2016.
Entonces, firmó con la petrolera estatal un acuerdo para reforzar la estructura financiera de Petroquiriquire, su empresa conjunta. El acuerdo incluyó una línea de crédito de hasta 1.200 millones de dólares, garantizada por PDVSA, destinada a cubrir el pago de dividendos, inversiones y gastos operativos. Sin embargo, la delicada situación de Venezuela complicó la devolución de la deuda.
La multinacional española mantiene una relación de simbiosis con Venezuela a través de su participación en proyectos de hidrocarburos. Por un lado, recibe petróleo de la venezolana como parte del pago en especie de la deuda histórica acumulada. Pero también recibe petróleo como compensación por su actividad en Venezuela, donde extrae recursos para abastecer su sistema de generación eléctrica.
Además, a través de su participación en el campo de gas Cardón IV, Repsol obtiene gas natural, que alimenta sus ciclos combinados de gas, contribuyendo a la producción de electricidad.
En 2024, la multinacional española recibió 166 millones de dólares (unos 160 millones de euros al cambio actual) de la deuda pendiente con PDVSA, cuyo saldo vivo asciende actualmente a 634 millones de dólares (575 millones de euros), tal y como adelantó este diario. Eso sí, incrementó las provisiones por riesgo de impago tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones.