
El presidente de la Fed, Jerome Powell, durante su intervención en el Senado. Reuters
Powell confirma ante el Senado de Estados Unidos que la Fed no tiene prisa por bajar los tipos
La institución redujo las tasas 100 puntos básicos entre septiembre y diciembre. En enero decidió pausar los recortes.
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El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha tomado la palabra este martes ante el Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado estadounidense. Lo ha hecho para confirmar que la institución no tiene prisa por bajar los tipos de interés, después de haberlos reducido 100 puntos básicos.
En su intervención, que forma parte de su testimonio bianual ante el Congreso de Estados Unidos –el miércoles hablará ante el Comité de Servicios Financieros de la Casa de Representantes–, el banquero central ha apuntado que “ahora que la política monetaria es mucho menos restrictiva que antes”, la Fed no tiene “por qué apresurarse a ajustarla”.
“Sabemos que reducir la moderación política demasiado rápido o en exceso podría obstaculizar el avance en materia de inflación. Al mismo tiempo, reducir la moderación política demasiado lentamente o en exceso podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo”, ha subrayado.
A finales de enero, el banco central estadounidense dejó sin cambios los tipos de interés. La institución decidió mantener las tasas de referencia en el rango de entre el 4,25% y el 4,5% en su primera reunión celebrada tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La pausa se produjo tras una reducción conjunta de 100 puntos básicos. El primero de los descensos, de 50 puntos básicos, tuvo lugar en septiembre. El segundo, de 25 puntos básicos, se aprobó el 7 de noviembre, justo después de que Donald Trump ganase las elecciones presidenciales. El tercero, también de un cuarto de punto, se decretó en diciembre.
Ajuste de la política monetaria
Las bajadas comenzaron después de que el precio del dinero permaneciese en el rango de entre el 5,25% y el 5,5% durante 14 meses. La normalización de la política monetaria, tal y como ha valorado Powell, “fue apropiada a la luz del progreso en materia de inflación y el enfriamiento del mercado laboral”.
Según ha considerado el banquero central, a medida que la economía estadounidense evolucione, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) ajustarán la política monetaria “de la manera en la que mejor promueva” sus objetivos de pleno empleo y estabilidad de precios.
“Si la economía se mantiene fuerte y la inflación no sigue avanzando de manera sostenible hacia el 2%, podemos mantener la moderación política durante más tiempo. Si el mercado laboral se debilitara inesperadamente o la inflación cayera más rápidamente de lo previsto, podemos flexibilizar la política en consecuencia”, ha explicado Powell.
Como ya ocurrió en la comparecencia de prensa posterior a la reunión de enero, Powell ha aprovechado la oportunidad para enfatizar que la Fed hará “todo lo posible para alcanzar los dos objetivos que el Congreso estableció para la política monetaria: máximo empleo y precios estables”.
Powell ha hecho esta defensa en un momento en el que la institución, y especialmente él, están siendo criticadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Hace unas semanas, en una conversación con periodistas en el Despacho Oval, el republicano afirmó que conoce “los tipos de interés mucho mejor” que los responsables de la política monetaria. “Y creo que sin duda los conozco mucho mejor que el principal encargado de tomar esa decisión", señaló en referencia a Powell.
Por su parte, el presidente de la Fed ha defendido que los miembros de la institución siguen “comprometidos con lograr el máximo empleo, con llevar la inflación de manera sostenida al objetivo del 2% y con mantener las expectativas de inflación bien ancladas”.
“El éxito en el cumplimiento de estos objetivos es importante para todos los estadounidenses. Entendemos que nuestras acciones afectan a las comunidades, las familias y las empresas de todo el país. Todo lo que hacemos está al servicio de nuestra misión pública”, ha asegurado.
Sin referencias a Trump
En su discurso preparado, Powell ha omitido cualquier referencia al impacto que pueden tener las medidas aplicadas por la nueva Administración Trump en la economía y la inflación estadounidense.
Simplemente, se ha limitado a señalar que “los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido”. Según ha señalado, el producto interior bruto (PIB) de la primera potencial mundial se elevó un 2,5% en 2024.
Al mismo tiempo, “un amplio conjunto de indicadores sugiere que las condiciones en el mercado laboral están en general equilibradas. El mercado laboral no es una fuente de presiones inflacionistas significativas”.
Por otro lado, Powell ha reconocido que “la inflación se ha moderado significativamente en los últimos dos años, pero sigue siendo algo elevada en relación con el objetivo del 2%”. “Las expectativas de inflación a largo plazo parecen permanecer bien ancladas, como lo refleja una amplia gama de encuestas a hogares, empresas y pronosticadores, así como las mediciones de los mercados financieros”, ha añadido.